Lo que poca gente sabe es que también mejora el sistema inmune, responsable de las reacciones alérgicas. Por ello, en ciertos casos, se aconseja la práctica deportiva moderadamente en personas que sufren alergias para obtener ciertos efectos positivos, ya que puede ayudar a reducir la inflamación relacionada con el alérgeno.
Es importante de todas maneras estar atento a ciertos síntomas que pueden aparecer, algunos leves como la tos o la congestión u otros más graves como el asma. En ambos casos deberemos valorar el parar el ejercicio.
El equipo médico de Check Vitae podrá ayudarte y asesorarte para establecer y confeccionar personalmente en cada caso concreto, una serie de pautas preventivas, como por ejemplo el realizar un buen calentamiento, porque si se incluyen en la rutina algunos ejercicios respiratorios, favoreceremos un efecto broncodilator temporal.
Podremos usar también, siempre bajo supervisión médica, medicamentos preventivos (pulverizadores nasales antialergénicos, corticoides etc…) que facilitarán evitar síntomas derivados de nuestra afección.
Llevaremos encima alguno de estos compuestos para actuar en caso de reacciones alérgicas mientras practicamos deporte, estemos donde estemos. De esta manera podremos prevenir y controlar situaciones potencialmente molestas y continuar nuestra actividad paliando la posible tos, los estornudos, el lagrimeo o picor de ojos.
Por otro lado, si el problema sintomático es más grave e incluye asma bronquial, urticaria o anafilaxia, deberemos acudir de inmediato a un centro médico donde un especialista nos de un diagnóstico preciso y nos indique los pasos a seguir.
En Check Vitae te ayudaremos mediante un análisis de anticuerpos IgE. Dado que hay un anticuerpo IgE específico para cada alérgeno (como ejemplo, se produce un IgE diferente con el polen que con una picadura de un insecto), un análisis de sangre de este tipo nos ayudará a saber que alergias tienes y por lo tanto, actuar en consecuencia facilitando la prevención. Actividades que impliquen una gran intensidad y esfuerzo físico (carreras de media y larga distancia, combinadas de varias disciplinas…) no se aconsejan en absoluto.
Si que son adecuadas las modalidades deportivas que permitan hacer pausas de vez en cuando y impliquen un esfuerzo menor, aunque dependerá de cada caso individual.
También es muy importante controlar que nuestra actividad física se desarrolle en las horas con menor concentración de polen (mayoritariamente entre mediodía y media tarde) y complementar el material deportivo con una botella de agua a poder ser con electrolitos para garantizar la máxima hidratación. Ésta elimina la mucosidad, y por consiguiente la congestión, reduciendo la tos y el picor de garganta.