Como bien dice su nombre, los suplementos nutricionales son un complemento a los nutrientes que ingerimos en nuestra dieta diaria. Sus funciones pueden resumirse en estas tres:

1.       Aportar esos elementos que por varias causas no obtenemos de los alimentos que comemos.

2.       Alzar el nivel de ciertos nutrientes que a pesar de hacer una dieta equilibrada no son suficientes para nuestro estado de salud.

3.       Ayudar al aprovechamiento de estos nutrientes para obtener un funcionamiento celular más óptimo según los objetivos que nos hemos planteado.

Por lo tanto nunca deben ser un sustituto de nuestras comidas, en todo caso herramientas para conseguir mejorar nuestra salud o rendimiento.

Hay diferentes tipos de suplementos nutricionales y cada uno de ellos se utiliza en casos diferentes. En muchas ocasiones, estos productos combinan diferentes cantidades estos tipos de compuestos:

Proteínas: normalmente utilizadas para mejorar el rendimiento e incrementar el crecimiento de los músculos, especialmente si se someten a gran esfuerzo durante un entrenamiento. También utilizadas en algunos casos para prevenir el deterioro de esos músculos en estados de poca o nula actividad física. Muchos de estos suplementos contienen suero de proteína extraída de la leche (whey) y caseinato, ambas de buena calidad. Algunos de ellos ofrecen también proteína obtenida de la soja para los deportistas que opten por una dieta vegetariana o vegana. Existen suplementos de aminoácidos ramificados (BCAA – branched chain amino acids – ) y que suelen ser de tres tipos: leucina, isoleucina y valina. Poseen numerosos beneficios en diversos procesos biológicos del cuerpo humano.

Hidratos de carbono: principal fuente de energía de nuestro cuerpo. Los atletas de resistencia los utilizan de rápida absorción, como la amilopectina o el almidón para reponer sus niveles de glucógeno durante los entrenos. Los deportistas de fuerza los utilizan para obtener un aumento de peso libre de grasas y desarrollar su masa muscular de forma saludable.

Vitaminas y minerales: normalmente incluyen:

1.       Vitaminas solubles en agua como la vitamina C y las vitaminas del complejo B: tiamina, riboflavina, niacina, vitamina B12, ácido pantoténico, vitamina B6, biotina o ácido fólico.

2.       Vitaminas liposolubles o solubles en grasa. Se almacenan en las células del cuerpo y no salen del él con tanta facilidad como las vitaminas solubles en agua lo hacen. Son las A, D, E y K.

3.       Minerales entre los cuales hay calcio, cobre, hierro, magnesio, fósforo, potasio, selenio y zinc.

Colágeno: Es también una proteína que está presente en nuestra piel y huesos formando las llamadas fibras colágenas, que son muy flexibles, pero también muy resistentes a la tracción. Existen hasta 21 tipos de colágeno. Sus beneficios incluyen la activación del sistema muscular, influyen positivamente en la producción de energía, ayudan a descansar correctamente y a reducir los calambres, contracturas y mareos. Regulan los niveles de azúcar en sangre, así como la temperatura corporal y estabilizan el ritmo cardíaco, la presión arterial y el nivel de colesterol en sangre. También indicados para paliar el dolor menstrual y ayudan a retardar el envejecimiento prematuro de huesos y articulaciones ya que son muy activos en la fijación del calcio a los huesos.

Omega 3: el principal beneficio de los ácidos omega 3 es controlar el colesterol. Son grasas insaturadas que disminuyen los niveles de colesterol LDL (llamado colesterol malo) y aumentan los de HDL (el llamado bueno). Además disminuyen los triglicéridos. Ayudan a prevenir problemas como la hipertensión además de ser buenos para todo el aparato cardiovascular y por lo tanto son muy beneficiosos para enfermedades crónicas. Una de las fuentes más potentes de ácidos grasos Omega 3 es el pescado azul.

Como ves, en cualquier caso, debes saber que debido a la gran cantidad de opciones y objetivos, la suplementación nutricional debe ser prescrita por profesionales previo estudio de cada caso en concreto. En Check Vitae nuestros especialistas te asesorarán sobre la necesidad de recurrir a ellos y en caso afirmativo, cuales son los más adecuados para obtener los resultados deseados.