En un próximo artículo nos centraremos en el calzado, hoy os hablaremos de como escoger vuestro outfit.
La ropa adecuada es clave para la buena práctica del deporte. Existía hace años la creencia que el algodón, al ser suave, absorbente y orgánico era lo mejor. El paso del tiempo y la mejora en la tecnología textil, en los procesos de fabricación y en los materiales ha cambiado esta opinión.
La característica más importante que deben tener las prendas deportivas es la transpiración. Por lo tanto debemos escoger las sintéticas en lugar de las de algodón, que impiden que el cuerpo expulse toxinas ya que a lo largo del ejercicio quedan empapadas de sudor, pesan cada vez más y son una barrera para dicha transpiración.
Las prendas de poliéster, elastano y nailon son las recomendadas para ejercicios como el running o el crossfit ya que son ligeras y eliminan la humedad corporal, expulsando el sudor, manteniendo seco el cuerpo.
La disciplina que vamos a practicar es determinante para escoger ropa más holgada o más ceñida al cuerpo. Neoprenos o mallas son indicados para deportes donde la aerodinámica es importante (ciclismo, natación…) mientras que pantalones y camisetas más anchas las usaremos para deportes de que no lo requieran, como los ejercicios aeróbicos.
Las mujeres deben tener especial cuidado en escoger los sujetadores. Estos deben facilitar el moverse sin impedimento, fijar bien los pechos, transpirar bien y estar construidos suficientemente firmes como para no torcerse ni por dentro ni por fuera. La talla es importante y se deberá poder deslizar sin esfuerzo un par de dedos debajo de la cinta que rodea la copa y la espalda, para evitar fricciones que puedan desarrollar picores e irritaciones.
Un factor a tener en cuenta en la ropa deportiva es que la calidad siempre tiene su precio. No es lo mismo una camiseta transpirable barata que una más cara. Esta última seguirá sin atrapar malos olores mucho más tiempo que la barata debido a que el tejido será antibacteriano. Al tacto podrían parecer iguales pero en la práctica la mayoría de las veces no lo son.
Debemos también tener claro que de nuestro outfit de verano no todo nos sirve para invierno.
En verano con una sola capa hay suficiente. Nunca debemos tener contacto directo con el calzado (existen calcetines invisibles para eso) y debemos usar ropa técnica muy transpirable.
Las gafas de sol con protección UV, una gorra y la crema solar serán como una prenda más.
Para el invierno debemos conservar el calor. Para ello, la superposición de prendas será fundamental.
Primero nos colocaremos una capa de ropa térmica muy transpirable que proteja del frío. La lana de merino es una buena opción o por ejemplo tejidos sintéticos como Supplex o Coolmax. Encima podemos vestir con capas de prendas poco pesadas que protejan de la lluvia y del viento. También son importantes los accesorios como guantes, orejeras o bufandas tubulares para proteger ciertas partes sensibles del cuerpo.